Los montacargas se rigen por varias normas industriales internacionales que regulan los diversos tipos que se ofrecen en el mercado. Según ellas, la primera clasificación de los montacargas es según su fuente de energía:
Se clasifican en combustión interna por sus siglas ICE, que se subdividen en:
Gas LP: Usado en montacargas pequeños y medianos porque tiene un bajo nivel de contaminación
Diesel: Unidades pequeñas y grandes (uso principal en exteriores), tienen mayor potencia que un motor GLP
pero son más contaminantes.
Y eléctricos por sus siglas E. Tienen un bajo nivel de ruido, un menor costo de mantenimiento a largo plazo y no emiten contaminación. Su costo de adquisición es mayor que el de un montacargas ICE.